El Gobierno reacomodó su hoja de ruta para centrar todo su esfuerzo en la sanción del presupuesto 2026 antes de fin de año, sin peligros ni dilaciones: es la señal de gobernabilidad que buscan los mercados en las vísperas de vencimiento de U$S4200 millones de deuda del 9 de enero. Es por ello que el oficialismo en el Senado buscará cerrarlo tal como lo recibió de la Cámara de Diputados, sin el capítulo XI que derogaba las leyes de financiamiento para universidades y servicios de discapacidad.
El impacto fiscal que implican ambas normas –que fueron rechazadas por el presidente Javier Milei pero luego insistidas por el Congreso- serán atendidas por el Ministerio de Economía con medidas administrativas o, eventualmente, con proyectos de ley correctivos que envíe el Poder Ejecutivo
El oficialismo llamó a sesionar el próximo 26 en el Senado. Bullrich, quiere concretar ese mismo día la sanción del presupuesto. Sabe que cualquier cambio a la media sanción implicaría su vuelta a la Cámara de Diputados, que tendría solo dos días hábiles -29 y 30- para discutir el proyecto. Si no llega a tiempo, el Gobierno se verá obligado a rever por tercera vez consecutiva el presupuesto actual cuando sabe que ya no tiene margen político para hacerlo