CEPADA

La institución creada por el Profe Soloa festejó 50 años en el mitico patio que tanta historia tiene.

 

En una emotiva celebración que trascendió el tiempo, CEPADA, el corazón palpitante del vóley mendocino, conmemoró sus cincuenta años de vida. Mucho más que un simple club, este lugar es una escuela forjada en la pasión, el compromiso y la visión del profesor Ricardo Soloa. El pasado 26 de agosto, el alma de la institución vibró con el festejo que marcó medio siglo de impacto en la comunidad.
Los recuerdos fluían como un torrente, reuniendo a aquellos héroes que fundaron esta institución de vida. Nombres como Norma Irisarri, Nancy Garbi, Mirta Sánchez y Carlos González resonaron con fuerza, evocando los primeros pasos de este proyecto audaz. No menos emocionante fue ver a los niños actuales, la chispa que mantiene viva la llama de este legado singular.
El CEPADA, Centro Pablo Daguerre en toda su extensión, nació con la humilde intención de calentar las manos y los corazones de sus estudiantes. El profesor Soloa les convocaba una hora antes de clases para esa tarea sencilla, pero esa acción transformadora terminó por tejer lazos eternos entre sus muros. El patio de tierra, las etapas de transformación hacia un patio de baldosas, y hasta la pared que fue lienzo para saltos y sueños, todo se aloja en los corazones de quienes alguna vez vistieron la camiseta celeste.
Bajo la fria mañana, figuras ilustres como el legendario Manolo Rodríguez, que en los inicios eran rivales, se convirtieron en espectadores distinguidos. Y el actual director, el profesor Oscar Rojas, orquestó una sorpresa que fue abrazada por todos, reflejando el amor y dedicación que han guiado cada paso de CEPADA a lo largo de estas cinco décadas. El aula patio de la institución fue bautizada con el nombre de Norma Irisarri, una referente indiscutible de los fundadores. Las lágrimas de emoción se multiplicaron y no es para menos. Norma es quién más fielmente llevó adelante las enseñanzas de Soloa.
Así, entre risas y lágrimas de felicidad, CEPADA no solo celebró su pasado, sino que también avivó la llama de su futuro. Cincuenta años que no solo marcaron la historia del vóley en Mendoza, sino que tejieron una red de conexiones humanas que resistirá el paso de los años, manteniendo vivo el espíritu que le dio vida a esta escuela, este refugio, esta familia.
El libro de la historia de la institución está siendo escrito por Maxi Salgado quien invita a todos aquellos que quieran aportar material. Escribir al 2615591536

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