El Gobierno de Javier Milei se anotó un nuevo gol en el Congreso de la Nación. La contra no logró los dos tercios para tirar el veto presidencial a la Ley de Movilidad Jubilatoria, en una votación que culminó con 153 afirmativos y 87 negativos. La clave una vez más estuvo en el quiebre de la Unión Cívica Radical y en la ayuda de Gobiernos provinciales.
La diputada de la Unión Cívica Radical, la santacruceña Roxana Reyes, dio un cambio postura. Pasó de votar a favor de la Ley de Movilidad Jubilatoria a dar una abstención, que indirectamente favorece al oficialismo. Dijo que para pagar lo que dice la norma se debe emitir dinero. "Van a sacar por un lado lo que le sacan al otro. Van a crear otro impuesto", explicó para anunciar su abstención.
Miguel Pichetto ratificó que su bloque Encuentro Federal votará en tirar el veto, y habló de "ser coherente". "Ahora empieza un proceso judicializador que es todo perdedor porque el Estado va a tener que afrontar una enorme cantidad de juicios", adelantó el diputado.
Nicolás Del Caño (FIT), pidió la palabra para dejar expuesto al radicalismo que estaba dejando una banca para favorecer el veto de Javier Milei.