Por motivo de cumplirse 500 días de gestión de Javier Milei, el gobernador Axel Kicillof armó un acto en General San Martín para denunciar que desde ese momento no recibió ni un peso para la realización de obra pública en su territorio. Para ese acto no fueron invitados los intendentes y legisladores aliados a Cristina Kirchner y Sergio Massa.
A pesar que en las reuniones grupales que realizan, por separado, los fieles con Cristina Fernández de Kirchner o Axel Kicillof siempre se destaca la idea de la unidad como única barrera posible ante una factible caida si se presentan divididos a las próximas elecciones, la realidad muestra al gobernador y a su antigua jefa y madre política en dos polos opuestos, que se sacan chispas cuando se juntan.
La Cámara de Diputados bonaerense dispuso no tratar ni la suspensión de las PASO y mucho menos alterar el cronograma electoral aprobado la semana pasada en el Senado. La sesión debía haberse realizado, pero producto de la muerte del Papa Francisco los legisladores adhirieron al luto nacional para ganar tiempo en la tensa negociación que protagonizan las variantes internas del peronismo kirchnerista renovador.