El lobo empezó con una sesión liviana para bajar el viaje y empezar a recuperar soldados pensando en la batalla del domingo en Córdoba. Las cargas irán aumentando para poder llegar lo más fino posible a la gran final.
La gran incognita de Ezequiel Medrán pasa por ver el estado de Nazareno Solís. El delantero sufrió una fuerte contractura que lo dejó afuera del encuentro contra el Santo en La Ciudadela y ahora trabajará en tiempo récord para buscar llegar al choque contra el Verdinegro.
La duda de su inclusión en el once pasa por dos motivos: el primero es porque, en caso de llegar, estaría con lo justo debido a los plazos desde la lesión (hoy cumple ocho días). El segundo, porque el nivel que mostró Gastón Espósito fue tan alto que dejó más que tranquilo al cuerpo técnico.
Gimnasia tendrá cinco días más de trabajo para cerrar el gran interrogante rumbo a la gloria. El resto será el mismo equipo que logró asentarse al punto que sale de memoria: Tagliamonte, Torres, Mondino, Padilla, Recalde, Antonio, Antonini, Puch, Romano, Silba; Espósito o Solís.