Con Carlitos Balá se fue un pedazo de nuestra niñez, la misma que aún sobrevive en frases de tono familiar y hasta con un toque "naif". A sus 97 años, su partida física no disminuirá el legado de frases risueñas tales como "gestito de idea", "sumbudrule", "fabulósico", "el chupetómetro" y el tan emblemático "¿qué gusto tiene la sal? ¡¡¡Salado!!!", cuando se le respondía a coro. En la primaria que cursé no era tan difícil encontrar a chicos con el corte de pelo en flequillo, al igual que quien nos contagiaba la risa a través de la tele en blanco y negro. En 2017, ya retirado del escenario, para la inauguración del paso bajo nivel ubicado en el barrio Agronomía, CABA, se votó en el vecindario - lindante a mi Villa Urquiza natal - para ponerle el nombre y 177.594 vecinos lo hicieron: si bien ganó el del vecino Gustavo Cerati (68.438 votos), nada menos que 60.247 se inclinaron por Balá - tercero fue Julio Cortázar con 48.909-. Otra señal de que el cómico popular seguía instalado en la memoria barrial. Como ahora.