FUNDACIÓN HAPPY CHILDREN

Por iniciativa de la diputada Laura Balsells Miró (JxL-LUM), la Cámara de Diputados reconoció la labor de la Fundación Happy Children y a sus fundadores, Kavuo Kyeya (Esperanza) y Patricio Villarroel, quienes dedican su vida a ayudar a niños huérfanos en estado de desnutrición, abandono, abuso y maltrato, en la República Democrática del Congo.

 

Los fundadores de Happy Children, estarán en nuestra provincia durante el mes de  mayo con actividades, charlas y eventos relacionados a “la solidaridad y la empatía con el sufrimiento de las infancias”.

Durante el acto de reconocimiento, que se desarrolló en el Salón Azul de la legislatura y del que participó además, la diputada Stella Huczak (JxL-LUM),  la diputada Balsells Miró  dijo  que es “un honor y una emoción muy  grande tenerlos hoy acá, porque conocí su  historia a través de un reportaje y saber de sus vidas, de lo que ustedes hacen por los niños para rescatarlos de los horrores de la guerra y el abuso me motivó a reconocerlos de esta manera”.

“Ustedes no solo dan alimento y abrigo sino que dan amor, con grandeza en el corazón y en el espíritu, trabajando por personas que han pasado situaciones muy difíciles, acariciado el alma de los niños que han quedado sin padres, sin hogar, en el Congo”, agregando que pensar en las infancias y evitar el sufrimiento de niños  es pensar a futuro, en un mañana mejor .Son ejemplo para todos nosotros. Esto se tiene que saber y contagiar”, manifestó la legisladora.

Por su parte, Patricio Villarroel expresó su agradecimiento ante el gesto de la Cámara Baja e indicó que “cuando hablamos de la orfandad en el mundo, hablamos de millones  que son desplazados, abusados. En la RD de Congo lo que hacemos nosotros es servir a Dios, sirviendo a otros, en este caso a niños que lograr salir adelante, escolarizarse y a mujeres  que buscan salir del sufrimiento que significa  ser sexualmente abusadas en ese marco de la guerra continua y feroz”.

“Albergamos a más de dos mil niños desplazados por la guerra, a los que les ofrecemos, salud, educación, alimento y una esperanza, una luz que los salve de la situación catastrófica en la que viven. Es un abrazo al alma ver que esos mismos niños que estuvieron al borde de la muerte hoy vuelven a sonreír”, agregó.

En tanto, Kavou Kyeya autora del libro “Sobreviví”, contó su experiencia frente al abuso del que fue objeto antes y  durante la guerra y manifestó que “hoy  Dios nos da la posibilidad de abrazar a mujeres que son violadas que a partir de esa experiencia no se aman a sí mismas”.

Kavou afirmó “nosotros llevamos esperanza, cuando abrazamos y amamos  y decimos a las mujeres puedes salir de esto, este no es tu fin, hay un futuro para ti” entendemos que Congo 2 es una tierra que necesita sanar”.

También se expresaron en la oportunidad, varios pastores evangélicos, bendiciendo “la misión de Kavou y Patricio” y abogando “porque cada vez sean más los misioneros que se ocupen de los más desprotegidos y humillados de la tierra”.

Antes de recibir el diploma en que se  plasma el reconocimiento a la labor que se desarrolla en la fundación “Happy Children”, Kavou Kyeya entregó a la diputada Balsells Miró uno de los libros de su autoría. En “Sobreviví” narra sus memorias y  vivencias en la guerra del Gongo.

Happy Children busca que “los niños y niñas huérfanos del Congo tengan una familia y lleguen a ser adultos con una vida plena. Trabajan cada día para que estén sanos, bien alimentados, con educación y para que tengan un espacio seguro para jugar y ser niños”.

“En la fundación viven 160 niños y niñas. Comen, duermen y juegan en las instalaciones que alquila la organización. Recientemente adquirieron un predio en el que comenzaron a construir el Hogar de Happy Children”.

Patricio Villarroel, es un misionero que vivió desde niño en Argentina. Casado con Kavuo (Esperance) Kyeya de RD Congo. Tienen tres hijos: Salomón, Jonatán y Daudi. Su primera experiencia fue a fines del 95 durante la Guerra en Rwanda, genocidio entre los tutsis y los hutus. Dicha Guerra interna dejó un saldo de más de 1.200.000 muertos y todas las secuelas que ha dejado. Una historia dura, triste, difícil de explicar. A fines del 96 comienza la Guerra en Zaire, un ejército que se prepara para derrocar al aquel entonces dictador Mobuto, otra historia a contar.

Mientras Patricio seguía en Goma, año 97, fue la toma completa del país y cambiaron todos los símbolos patrios, nombre del país, de Zaire a República Democrática del Congo donde se casó con Kavuo a fines del año 1997 en la ciudad de Goma y tuvieron tres hijos nacidos en Argentina. El trabajo siempre consistió dando enseñanzas y capacitaciones, campañas evangelistas y enseñanzas de distinto tipo.

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