El presidente Alberto Fernández llegó a Múnich, Alemania, para estar como invitado en la cumbre del G7, el foro que une a las economías más poderosas del mundo y en el que se prevé un debate sobre los efectos de la guerra en Ucrania y la crisis alimentaria derivada del conflicto.
Se espera que durante casi dos jornadas Fernández y su grupo lleven adelante una apretada agenda que se hará entre la capital de Baviera y Schloss Elmau, el imponente castillo ubicado en medio de los Alpes que será la sede oficial de la cumbre.