JetSmart y Flybondi obtuvieron una mala noticia cuando esta semana el gobierno resolvio no aprobar la apertura del aeropuerto de El Palomar, estación desde donde trabajaban, y dejar a Ezeiza como único autorizado. Para estas empresas el modelo de negocios les es malo si deben trabajar desde el aeropuerto internacional más importante del país. A su vez, el Aeroparque Metropolitano seguirá cerrado hasta marzo de 2021 por arreglos.
La medida fue dicha por el vicepresidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), Fernando Muriel, a la líder de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, quien preguntó si se habían adaptado “medidas y procesos en otros aeropuertos de la Región Metropolitana de Buenos Aires, que permitan la operación de servicios aerocomerciales de pasajeros en esta etapa inicial del reinicio de operaciones, bajo condiciones de seguridad en materia sanitaria”.
La respuesta del Orsna fue que el protocolo COVID-19 indica que "el distanciamiento social impacto de lleno en la capacidad de un aeropuerto y consecuentemente en la cantidad de operaciones que pueden ser procesadas, por lo que el gobierno, mediante el decreto 260, definió un “Corredor Sanitario Seguro conformado por aeropuertos que implementan protocolos y controles aprobados por Comité Aeroportuario COVID-19 Nacional”. En el AMBA “el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza, es el único donde se han adaptado medidas y procesos con el fin de atender la mentada demanda en condiciones de seguridad”.