El Instituto Nacional de Tecnología Industrial está dentro de una lista de 24 organismos descentralizados que tienen, hasta ahora, gobernanza casi autónoma y financiamiento por afuera de las partidas del Presupuesto Nacional. En esa lista están también el INTA, el Instituto de Vitivinicultura, el Senasa, el Instituto de Semillas, por ejemplo. Todos son cajas que algún sector aprecia y reparte y el gobierno cree que los fondos, que salen de asignaciones del Estado o de tasas que pagan los usuarios, deben caer bajo el control del Tesoro.
Entre las noticias que aparecerán el nuevo recorte figura el INTA. La decisión es no fusionarlo con el INTI, como en origen se había pensado, pero si cambiar todo su esquema de gobernanza y revisar la planta de personal. El organismo hoy tiene 6400 empleados y hacía apunta la motosierra para redefinir la necesidad en cada área.
Entre los cambios “grandes” también está en Instituto de Vitivinicultura, con impacto directo en las provincias productoras pero especialmente Mendoza y San Juan.
Primer novedad para Vitivinicultura: dejará de ser un ente descentralizado y pasará a ser una Dirección Nacional, rango que tuvo en otro momento de la historia argentina. Es decir, la idea es que dentro del organigrama del Estado baje de la categoría de organismo con autonomía y pase a depender de la Secretaría de Agricultura como un área más.
El impacto es directo, cuando se desregula y se pasa a control directo el organismo pierde el control de la caja. Resta saber que pasará, en este y en los otros casos, con las tasas específicas que en muchos casos financian a los entes y que pagan los usuarios y consumidores.
En el gobierno afirman que en Mendoza ya tomaron nota de los cambios que vienen en un organismo clave para la provincia como es el Instituto de Vitivinicultura y que el gobernador Alfredo Cornejo habría aceptado el cambio. También aseguran que hubo mensajes hacia Bodegas de Argentina y la Coviar sobre la reforma que viene.