HAY NUBARRONES EN EL OFICIALISMO

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La salida de Alicia Castro pone en evidencia la trizadura que el Gobierno tiene puertas adentro: las diferencias de pensamiento y hasta de posturas entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner y el conflicto por el timón. La carta de Alicia Castro es descriptiva. Expresa la ofrenda hacia Cristina y no nombra al Presidente. Lo desconoce. Queda asentado que fue Cristina quien la nombró y con quien habla.

 

A su vez, tras las palabras que había hecho Castro, el Presidente no la sacó. Esto refleja las cosas que hay para dar decisiones en argentina. En la misma carta, a la que pisiblemente se unen muchos en el kirchnerismo, hay un claro señalamiento en contra de Sergio Massa, que es otro de los estandartes del Frente de Todos. Esta es la biografia descriptiva de lo que pasa en el núcleo de Frente de Todos; la de un un gabinete agrupado y de un Gobierno al cual la pandemia le sumó un estrés a los inconvenientes que ya tenía. 

Todavía Alberto no está del todo cómodo. Al comienzo de su labor estuvo fuerte, pero ahora todo el pueblo no lo sigue.