JORNADA LABORAL
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El Gobierno nacional aprobó la colocación de una jornada laboral máxima de 44 horas semanales para el sector privado, medida que forma parte de un camino de reducción progresiva que continuará en los próximos años. Con esta medida, las empresas deberán redistribuir turnos y modalidades de trabajo para adecuarse a la normativa sin bajar sueldos ni alterar los derechos vigentes de los trabajadores
La medida se enmarca en un esquema que comenzó en 2023 y que prevé una baja paulatina de las horas de trabajo, con el objetivo de llegar a un tope de 42 horas semanales en 2026. Esta transición se realiza de manera escalonada para evitar impactos bruscos en la productividad y permitir que las compañías ajusten sus estructuras operativas sin afectar sus niveles de rendimiento.
Para los trabajadores, la alteración no implica cambios en la remuneración, ya que la normativa establece que el salario debe mantenerse intacto independientemente de la reducción horaria. Tampoco se verán afectados los beneficios laborales, como licencias, aportes, coberturas o adicionales correspondientes a cada convenio
Según lo previsto, cada empresa deberá reorganizar su jornada en función de sus necesidades internas, pudiendo distribuir las 44 horas en diferentes esquemas semanales, siempre y cuando se respete el nuevo máximo legal. Esta flexibilidad permitirá adaptar la actividad a distintos rubros, como comercio, servicios, industria o actividades con turnos rotativos.
La reforma también apunta a favorecer un equilibrio más saludable entre vida laboral y personal, al reducir tiempos de exposición prolongada al trabajo. Se espera que la medida contribuya a mejorar la productividad, disminuir el agotamiento y promover un entorno laboral más sostenible.
En paralelo, el Gobierno sostiene que la reducción progresiva de la jornada permitirá que las empresas puedan reorganizarse con previsión, evaluar necesidades de personal y adoptar nuevas dinámicas laborales que acompañen los cambios propuestos. A medida que avancen las etapas previstas, se prevén evaluaciones sobre el impacto de la reforma en la economía y en el bienestar de los trabajadores.
Con la entrada en vigencia de esta medida, el país se suma a una tendencia internacional que apunta a replantear la cantidad de horas laborales semanales como una forma de optimizar el rendimiento y mejorar la calidad de vida de la población trabajadora.
