La CGT atravesará días claves que definirán de qué manera pasará el 2025. La mesa chica prevé reunirse para resolver cuál será su posición frente al Gobierno
Luego de los cruces por la Ley Bases y el mega DNU, quedaron atrás los enojos entre la Casa Rosada y el sindicalismo nucleado en la central obrera. La mayoría de la mesa directiva considera desde hace meses que la imagen positiva del Gobierno y la ambición de Javier Milei de acortarle el poder a los gremios fueron dos factores que obligaron a recapitular, monitorear el panorama, optar por el perfil bajo y hasta cerrar acuerdos con la Casa Rosada.
Un fiel reflejo de las negociaciones y la tregua entre ambas partes fue la marcha atrás del Ejecutivo en una serie de proyectos que iban contra los referentes gremiales. Un ejemplo bisagra fue el proyecto de Democracia Sindical, que consta en sacar las reelecciones indefinidas para los secretarios generales, la supresión de la obligatoriedad de la cuota solidaria y la puesta en vigencia de la ficha limpia para los sindicalistas.