VACA MUERTA
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El viejo anhelo de actualizar la infraestructura logística para Vaca Muerta y para la minería de Cuyo tomó fuerza con el plan ferroviario llamado Meridiano 68, una propuesta que quiere cambiar el mapa productivo del oeste argentino
La idea plantea una larga red de más de 3.000 kilómetros de vías de cargas para unir San Juan, Mendoza y Neuquén, con salida hacia puertos del litoral atlántico y pasos internacionales.
Según los promotores del plan, este camino podría convertirse en una pieza clave para el crecimiento energético y minero de la región, al ofrecer un corredor nuevo al tradicional Ferrocarril Norpatagónico -hoy la única vía férrea para conectar Vaca Muerta con Bahía Blanca- y al mismo tiempo fomentar la competitividad de los proyectos metalíferos cuyanos.
El núcleo del Meridiano 68 es un camino Norte-Sur de aproximadamente 1.000 kilómetros, complementado por un ramal Este-Oeste de unos 1.300 kilómetros que permitiría estirar la red hasta Malargüe.
En conjunto, se plantea un corredor ferroviario multipropósito, con trocha ancha y capacidad para operar trenes de hasta 4.000 toneladas, con dos o tres líneas semanales.
El objetivo es dar tiempos de traslado significativamente más competitivos. Las planificaciones indican que un convoy podría unir San Juan con los puertos de Buenos Aires o Bahía Blanca en 30 a 35 horas, bajo un modelo de logística "just in time", algo hoy prácticamente imposible para cargas mineras o petroleras.
Además, la traza permitiría una unión logística transversal, conectando Cuyo y la Patagonia con puertos del Atlántico y con varios pasos hacia Chile, lo que habilitaría la creación de un corredor bioceánico apto para exportaciones tanto de hidrocarburos como de minerales.
