El estadio "Salvador Bonanno" de Andes Talleres abrió las puertas para el entretenimiento de los niños, adolescentes y adultos. Era una tarde - noche fría y en pleno invierno con los niños como protagonistas porque disfrutaban de las vacaciones. Más allá del resultados, este equipo proveniente desde Phoenix (Estados Unidos) logró el objetivo de causar risa en el público mendocino. Pasaron nueve años y los espectáculos tan sanos no volvieron a suceder.